Música Sefardí

Desde que en 1492 los judíos sefardíes fueran expulsados de España, el pueblo hispanojudío se dispersó por el norte de África, el Mediterráneo oriental y Europa occidental. Este proceso de emigración fue complejo y duró generaciones. Dependiendo de las condiciones políticas de los países de destino, la evolución histórica y cultural de cada uno de estos tres grupos fue muy distinta.

Los sefardíes que viajaron hacia el mediterráneo oriental (en ese momento el Imperio Otomano, actualmente formado por Turquía, Grecia, Bulgaria, Macedonia, Bosnia, Serbia, Croacia, etc.), pudieron conservar sus tradiciones, su lengua y, como no, sus canciones sefardíes. Dadas las circunstancias políticas del Imperio Otomano, los que fueron hacia allí, pudieron seguir con su identidad intacta durante muchos años.

Uno de los rasgos culturales sefardíes que ha despertado más interés ha sido su repertorio musical. Las canciones sefardíes iban pasando de generación en generación e iban incorporando nuevas melodías y letras de allí por donde pasaban. La figura de la mujer sefardí es muy importante como protagonista y como transmisora en prácticamente todas estas canciones.

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Por tanto, no podemos entender la música sefardí sin tener en cuenta tres aspectos fundamentales: el primero son sus raíces hispánicas; el segundo es la mezcla con las diferentes culturas con las que ha convivido en su exilio; y el tercero, y muy importante, radica en el hecho de ser una cultura judía. Las canciones sefardíes se han enriquecido de todos ellos. Si a estos tres aspectos le añadimos la distinción de género y nos centramos en el importante papel de la mujer, podremos apreciar la gran singularidad de este repertorio.

Son numerosos los grupos de música sefardí que han trabajado sobre canciones sefardíes y musicólogos que han analizado este rico cancionero. Los principales géneros poético-musicales que forman este repertorio son los romances, las coplas y las canciones o canticas:

Los romances son historias cantadas (en muchos casos bastante extensas) muy comunes en el repertorio de tradición oral hispánico. Sus personajes son, en general, reyes, reinas, princesas, nobles o caballeros cuya realidad pertenece a la sociedad medieval. La figura de la mujer sefardí es muy importante como transmisora del romancero. Los romances servían a la vez como cuentos para los niños mayores y como nanas para los bebés.

Por el contrario, las coplas sí son producto de la creación sefardí. Su época de esplendor se sitúa ya en la diáspora alrededor de los siglos XVII y XIX, aunque también hay coplas de creación moderna.

Las canciones o canticas (como se conoce en Oriente) representan la lírica sefardí, cuya temática más frecuente es la amorosa. Abundan las que hablan de la mujer hermosa, las que describen conversaciones de madres aconsejando a sus hijas, las de fidelidad o infidelidad y lamentos de amor o deseo. En las canciones, a diferencia de los romances o las coplas, la letra no tiene un hilo argumental continuo y tampoco un orden fijo lógico. Por esta razón, es muy común que haya canciones que tomen prestadas estrofas de otras. En todo caso, sea romance, copla o canción, la figura femenina es protagonista en prácticamente el cien por cien de todas las historias.

Grupos Música Sefardí

Dentro de los numerosos grupos de música sefardí, que trabajan sobre estas melodías, está Evoéh. Creado por Ariana Barrabés (voz) y Jesús Olivares (guitarra), Evoéh nació con la intención de dar una nueva visión a la música y la poesía de nuestro alrededor. En el 2016 fue publicado su tercer disco “Cantadme galanica: la magia en la voz de la mujer sefardí”, proyecto basado en la investigación de Ariana Barrabés sobre las canciones sefardíes. Ariana está especializada en música popular y tradicional, con un gran interés en las melodías de transmisión oral. Su proyecto final de carrera le hizo contactar con grandes estudiosas y expertas en la materia, como Susana Weich-Shahak, Judith R. Cohen, Paloma Díaz-Mas, Ascensión Mazuela Anguita, etc.

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Estas melodías, que se extendieron por todo el Mediterráneo, son la fuente de inspiración de este proyecto. La galana representa a todas las mujeres que, a la sombra, han ido transmitiendo estas canciones generación tras generación. Cantadme galanica es un pequeño y humilde homenaje a la labor de todas las mujeres, no tan sólo de origen sefardí, sino a todas las que, a pesar de tantos impedimentos para expresarse, han conseguido que su legado esté muy vivo. Han conseguido que, por encima de pueblos y religiones, muchos sintamos admiración y ganas de acercarnos a ese legado. He ahí la magia en la voz de la mujer sefardí.

Las mujeres aparecen no sólo como protagonistas de la gran mayoría de canciones (como hijas, madres, suegras, comadres, esposas fieles e infieles, bellas, novias…), si no como las principales portadoras y transmisoras. Tanto en la Edad Media como en épocas posteriores a la expulsión de los judíos de la península ibérica, las reuniones exclusivas de mujeres eran habituales. De madres a hijas enseñaban el canto de las plañideras (endechaderas u oinaderas) y el canto para dormir a los niños, los cantos para festejar y los prikantes para curar (conjuros de sanación a través de la palabra). Su escaso protagonismo musical en público – salvo en momentos en que para los hombres quizá no era digno participar, como es el caso de las plañideras – hizo que, de puertas adentro del hogar, la mujer desarrollara una “cultura femenina” aislada del mundo regido por hombres. Una cultura que fue censurada, menospreciada y descalificada, acusada de brujería y condenada en las épocas más oscuras.

La elección de las melodías que forman parte de “Cantadme galanica” no sigue un criterio musicológico, sino puramente artístico. Algunas de las canciones sefardíes elegidas por Evoéh son las expuestas a continuación:

Durme, durme, hermozo hijico (La nana de los buenos augurios)

Las nanas no son frecuentes las nanas en la tradición sefardí porque los romances y sus largas historias eran el género más usado para dormir al bebé y entretener a los demás niños, No obstante, no podía faltar esta hermosa nana en el repertorio.

Durme, durme, hermozo hijico. Durme durme, con savor.
Cerra tus luzíos ojicos. Durme durme, con savor.
A la scola tú te irás y la Ley t’ambezarás*.

*Ambezar: aprender

Los guisos de la berenjena

Copla sefardí de la tradición de Rodas. Explica siete formas de guisar la berenjena o merenjena, verdura muy apreciada en la cocina sefardí. Versiones manuscritas recogen hasta treinta y cinco modos de prepararla. Entre las estrofas se va intercalando la simpática frase “A mi tío Cerasí, que le agrada beber vino: con el vino, vino, vino, mucho y bien a él le vino”. En una sección vocal polifónica a capela, Evoéh introduce las canciones sefardíes “Descanso de mi vida”, “Esa montaña d’enfrente” y “Durme, durme” (diferente de “Durme, durme hermozo hijico”).

Siete modos de guisados se guisa la merenjena.
La primera de las guisá es la vava de Elena.
Ya la hace bocaditos y la mete’n una cena.
Esta comida la llaman comida de merenjena.

La segunda que la guisa es la mujer del Shamas,
La cavaca por ariento y la hinchi d’aromat.
Esta comida la llaman la comida la dolmá.

La tracera que la guisa es mi prima Ester de Chiote.
La cavaca por arientro y la hinchi d’arroz moti.
Esta comida la llaman la comida la alomondrote.

La alburnia es saborida en color y en golor.
Ven haremos una cena mos gozaremos los dos.
Antes que venga el gosano y le quite la sabor.

En las mesas de las fiestas siempre brilla el jandrajo.
Ya l’hacemos pastelicos, ellos brillan en los platos.
Asperando a ser servidos con los güevos jaminados.
La salata maljasina es pastosa y saborida.
Mi vecina la prepara con mucho aceite de oliva,
Estos platos acompañan a los rostros de gallinas.

La setena que la guise es mejor y más janina.
La prepara Filisti, la hija de la vecina.
Ya la mete en el forno, de cabeza a la cocina,
con aceite y pimienta ya la llama una meyina.

Morena me llaman

Esta es una de las canciones más conocidas entre los sefardíes de oriente. Su temática ofrece numerosas concordancias con la poesía medieval hispánica. Existen varias versiones con melodía y letra diferentes. En la versión de Evoéh se mezclan dos de ellas.

Morenica a mí me llaman, yo blanca nací:
el sol del enverano m’hizo a mi ansí.
Morenica, graciosica sos.
Morenica y graciosica y mavra matiamu*.

Morena me llaman, yo blanca nací,
de pasear galana mi color pedrí.
Dizime galana si querés venir.

Los velos tengo fuertes, no puedo venir.
Morena me llama, el hijo del rey.
Si otra vez me llama me vo yo con él.

*en griego: ojos negros míos

Una matica de ruda

También es conocida como la guirnalda de rosas. La ruda es una planta muy importante en la medicina tradicional y en la etnomedicina sefardí por sus poderes sanadores y protectores. La magia en la voz de las prikanteras (curanderas sefardíes que usaban unas fórmulas verbales llamadas prikantes para sus ritos) inspiró los juegos vocales de la versión de Evoéh.

Una matica de ruda, una matica de flor.
– Hija mía, mi querida, disme a mí quién te la dio.
– Me la dio un mancevico que de mí se enamoró.
– Hija mía, mi querida, no te eches a perdición.

Arbolera (Don Amadí o “La vuelta del marido”)

Romance de temática muy extendida por toda Europa. La protagonista pregunta a un caballero si tiene noticias de su marido (a menudo ausente por la guerra). El caballero resulta ser el marido que, al no ser reconocido, aprovecha para comprobar la firmeza y fidelidad de su mujer. Don Amadí podría aludir al legendario caballero andante Amadís de Gaula.

Arbolera, arbolera, arbolera tan gentil.
¿Si verías al mi marido, si pasaría por aquí?
¿Onde vas vos cavallero, onde vas vos por aquí?
¿Si verías al mi marido, a mi marido Amadí?

– ¿Cualo das, la mi señora, que vo lo traigan aquí?
– Daré yo mis tres doblones que me quedaron de Amadí.
– Poco das, la mi señora, que vo lo traigan aquí.
– Daré yo mis tres molinos que me quedaron de Amadí.

– Poco das, la mi señora, que vo lo traigan aquí.
– Mal año al caballero que tal pensó él por mí.
– No maldigas, la mi señora, que so vuestro Amadí.
Se tomaron de la mano, que por holgar y por dormir.

Hija mía

Canción lírica sefardí. Al igual que en la canción tradicional turca, todas las estrofas no tienen continuidad entre ellas.

– Hija mía mi querida, amán, amán, no te eches a la mar.
Que la mar está en fortuna, mira que te va a llevar.

– Que me lleve que me traiga, amán, amán, siete picos de hondor.
Que m’engluta peixe preto para salvar del amor.

Una fuente frente de otra, amán, amán, bebí agua y me afertí.
Dile, niña, a tu madre que te quero para mí.

Cuatro años de amor

Canción de desamor a la que, por su peculiar rítmica, se ha emparentado con la tradicional tarantela italiana.

Cuatro años d’amor cortezimos los dos.
A la fin salvación no tuvimos los dos.

– Me dixiste que t’aspere en el bodre de la mar.
T’asperí y no venites. Yo me metí a llorar.

– Hablame conforme hablas no sos hija d’engañar.
Y si es por la tu mamá yo la haré de aceptar.

– No m’espanto de mi madre, ni menos de mi papá.
M’espanto de ti querido, no me dexes engañar.

¿Por qué llorax blanca niña? (La partida del esposo)

El esposo parte a la guerra y la mujer queda al cuidado del hogar y de los hijos. Es un tema muy extendido en canciones populares, no tan sólo sefardíes.

¿Por qué lloras blanca niña, por qué lloras blanca flor?
Lloro por vos caballero, que vos vas y me dejas.
Me dejas niña y muchacha, chica y de poca edad.
Tengo niños chiquiticos, lloran y demandan pan.

Adío querida

Canción lírica sefardí. Otra melodía , la de “La rosa enflorece” aparece como interludio instrumental.

Tu madre cuando te parió y te quitó al mundo
corazón ella no te dio para amar segundo.

Adío, adío querida, no quero la vida, me l’amargates tú.

Va, búscate otro amor. Aharva otras puertas.
Aspera otro ardor, que para mí sos muerta.

Yo m’enamorí d’un aire

El título está presente en varias tradiciones orales hispánicas. Por sus bellas líneas melismáticas, Evoéh le da aire de taranta.

Yo me enamorí de un aire, de un aire de una mujer,
de una mujer muy hermosa, linda de mi corazón.
Yo me enamorí de un aire. Linda de mi corazón,
linda de mi corazón.

Yo me enamorí de noche, el lunar ya me engañó.
Si esto era de día yo no ataba amor.
Si otra vez yo me enamoro sea de día con sol,
sea de día con sol.

A la una nací yo

De todas las canciones sefardíes arregladas por Evoéh, A la una nací yo, queda tan sólo acompañada por guitarra, para darle aires de petenera andaluza.

A la una nací yo, a las dos m’engrandecí.
A las tres tomí amante, a las cuatro me cazí.

Disme niña dónde vienes, que te quiero conocer.
Si tú no tienes amante, yo te haré de defender.

Alma, vida y corazón.

Yéndome para la guerra, dos bezos al aire di.
El uno es para mi madre, y el otro es para ti.

Alma, vida y corazón…

Triste estaba el rey David

Aunque este tema tiene diferentes variantes que llegan vivas hasta nuestros días, el grupo optó por reproducir la música que dejó escrita Alonso Mudarra en sus “Tres libros de música en cifra para vihuela” de 1546.

Las poesías luctuosas cantadas por los sefardíes se llaman endechas u oínas. Por su temática, este romance era cantado como endecha. Estas canciones eran interpretadas por mujeres, generalmente semi-profesionales, que se llamaban endechaderas u oinaderas. Se han mezclado la letra de dos fuentes diferentes.

Triste estaba el rey David, triste y con gran pasión,
cuando le vinieron nuevas de la muerte de Absalón.

– Ven aquí la mi mujer, de preto vos vistas vos,
que mataron al mi hijo, al su hijo Absalón.

Llorando y endechando a su hijo Absalón:
– No te quisiera ver muerto sino vivo en mi prisión, Fili mi, Absalón.
Yo te otorgara perdón.

Cuando el rey Nimrod

Copla hagiográfica que relata el nacimiento del patriarca Abrahám. Esta era una de las coplas que se cantaban en el rito de circuncisión del niño, ya que Abrahám fue el que lo instituyó. Existen varias versiones, siendo la de transmisión oral la más corta y simplificada. En esta se mezclan algunas palabras de uno de los textos de la tradición escrita y de la tradición oral más conocida.

Cuando el rey Nimrod al campo salía
miraba en el cielo y en la estrellería.
Vido una luz santa en la judería
que había de nacer Avraham Avinu.

Avraham Avinu, padre querido
padre bendicho, luz de Israel.

Luego a las comadres encomendaba
que a toda mujer que se encintara,
si pariya hijo al punto lo mataran,
que habíya de nacer Abraham Avinu.

Avraham Avinu…

La mujer de Terah quedó preñada
y de día en día él le demandaba:
¿De qué tenés la cara demudada?
Ella ya sabía el bien que tenía.

Avrix mi galanica

Y, por último, esta canción de cortejo típica del repertorio de boda sefardí, inspiró el título del disco.

– Avrix mi galanica que ya va a amanecer.
– Avrix no vos abro, mi lindo amor,
la noche yo no durmo pensando en vos.

– Mi padre stá meldando, mos oyerá.
– Matalde la luzezica, así se dormirá,
matalde la luzezica, así se echará.

– Mi madre está cuziendo, mos oyerá.
– Pedrelde la agujica, así se dormirá,
pedrelde la agujica, así se echará.

Evoéh reinterpreta la música sefardí con dos combinaciones instrumentales diferentes, como dúo y como sexteto. Como dúo alternan laúd y guitarra con voz acompañada de pandero y salterio de arco. Esta combinación instrumental, transporta a la intimidad de la familia, donde se compartían la mayor parte de estas canciones sefardíes, alrededor de una mesa.
Como sexteto, Evoéh crea una mezcla entre diferentes estilos dentro de la música mediterránea y el jazz. Alrededor de los anteriores instrumentos, aparecen el contrabajo, el piano y el teclado, la batería, las karkavas, etc.

En cualquiera de los dos casos, Evoéh trabaja para que cada una de estas melodías suene con un aire diferente que evoque los distintos lugares bañados por el Mediterráneo. Cada canción que Evoéh reinterpreta tiene personalidad propia, sin perder la magia y la esencia que por sí solas tienen todas las melodías sefardíes de tradición oral.

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